El hibisco, conocido científicamente como Hibiscus sabdariffa y popularmente como flor de jamaica, es una planta originaria de África y Asia tropical. Muy valorada por su infusión refrescante y de intenso color rojo, esta flor posee numerosas propiedades medicinales, especialmente en el ámbito cardiovascular, digestivo y antioxidante.
El hibisco contiene ácidos orgánicos, antocianinas, flavonoides, vitamina C y polifenoles que le otorgan propiedades terapéuticas notables:
Las flores secas de hibisco se utilizan ampliamente en infusiones y preparados medicinales:
El hibisco está contraindicado en mujeres embarazadas, especialmente durante el primer trimestre, debido a su posible efecto emenagogo. Puede interferir con medicamentos antihipertensivos o diuréticos. Siempre se recomienda moderación y consulta médica en tratamientos prolongados o combinados con fármacos.
El hibisco es una planta medicinal segura y efectiva para reducir la presión arterial, apoyar la digestión y proteger el organismo del estrés oxidativo. Su infusión es tanto una bebida agradable como una herramienta terapéutica natural para quienes buscan cuidar su salud de manera equilibrada y sin efectos secundarios agresivos.