La genciana, cuyo nombre botánico es Gentiana lutea, es una planta medicinal originaria de las regiones montañosas de Europa, reconocida por sus intensas propiedades digestivas, colagogas y aperitivas. Su raíz amarga ha sido utilizada durante siglos como tónico estomacal, ideal para estimular el apetito y mejorar las funciones del sistema digestivo y hepático.
La raíz de genciana es rica en glucósidos amargos (genciopicrina, amarogentina), alcaloides y flavonoides que le otorgan las siguientes propiedades terapéuticas:
La parte utilizada con fines medicinales es la raíz seca, que puede administrarse de varias formas:
La genciana está contraindicada en casos de úlcera gástrica o duodenal, gastritis aguda y embarazo. Su uso prolongado o en dosis altas puede causar irritación gástrica. El sabor amargo intenso puede resultar desagradable para algunas personas sensibles.
La genciana es una planta de gran valor en la fitoterapia por su capacidad de estimular el apetito, facilitar la digestión y tonificar el sistema digestivo y hepático. Su raíz amarga es un remedio tradicional eficaz, especialmente útil en estados de debilidad, inapetencia o disfunciones hepáticas leves.