El ajenjo, de nombre científico Artemisia absinthium, es una planta planta perenne originaria de Europa, Asia y el norte de África, reconocida por su aroma intenso y sabor amargo característico. Ha sido utilizada desde la antigüedad en la medicina popular como tónico digestivo, estimulante del apetito, antiparasitario y para aliviar problemas gastrointestinales. También se ha empleado en la elaboración de licores, siendo el ingrediente principal de la famosa absenta. Usado desde la antigüedad por griegos, romanos y en la medicina tradicional europea, el ajenjo es conocido principalmente como estimulante digestivo, antiparasitario y tónico hepático.
Gracias a sus principios activos (como la absintina, tuyona y flavonoides), el ajenjo ejerce una acción poderosa sobre el sistema digestivo y el metabolismo. Entre sus efectos más destacados se encuentran:
El ajenjo se emplea comúnmente en forma de infusión, tintura o extracto. También ha sido componente clave en la elaboración de bebidas tradicionales como el vermut y la absenta, aunque en cantidades controladas debido a la presencia de tuyona, un compuesto neuroactivo.
El ajenjo debe utilizarse con moderación y bajo supervisión profesional, especialmente en extractos concentrados. Su contenido en tuyona puede resultar tóxico en dosis altas o prolongadas. Está contraindicado en embarazadas, lactantes, personas con epilepsia o problemas hepáticos severos.
El ajenjo es una planta medicinal valiosa dentro de la fitoterapia tradicional, conocida por sus efectos depurativos, digestivos y antiparasitarios. Aunque su uso requiere precaución, es un recurso natural eficaz para estimular las funciones digestivas y combatir infecciones intestinales leves, aportando además un refuerzo al metabolismo general.
El ajenjo contiene aceites esenciales ricos en tuyona, junto con lactonas sesquiterpénicas, flavonoides y compuestos fenólicos. La tuyona y otros componentes amargos estimulan la secreción de jugos gástricos y biliares, favoreciendo la digestión y el apetito. Sus principios activos también poseen propiedades antimicrobianas y antiparasitarias, lo que respalda su uso tradicional contra ciertos parásitos intestinales.
Entre las propiedades atribuidas al ajenjo se incluyen efectos digestivos, carminativos, antiparasitarios, antimicrobianos y antiinflamatorios. Se ha utilizado para aliviar dispepsias, gases, falta de apetito y molestias biliares, así como para combatir infestaciones intestinales leves. También se le reconocen beneficios en la regulación del ciclo menstrual en algunos contextos de la fitoterapia tradicional.
El ajenjo debe utilizarse en dosis moderadas y durante periodos cortos, siempre respetando las indicaciones de un profesional de la salud. Para fines digestivos, se recomienda preparar infusiones ligeras y no superar las dosis indicadas para evitar efectos adversos. Su uso como antiparasitario o regulador menstrual debe realizarse únicamente bajo control especializado.
El ajenjo es una planta medicinal de gran valor histórico y terapéutico, especialmente en el ámbito digestivo y antiparasitario. Sin embargo, su potencia y la presencia de tuyona obligan a un uso responsable, controlado y de corta duración para aprovechar sus beneficios sin riesgo para la salud.